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10 consejos para correr seguro de noche

Como bien sabéis, en invierno los días son cortos, sobre todo para todos aquellos corredores que emprenden su entrenamiento después de cumplir con su jornada laboral. Aquí van unos útiles consejos para que la oscuridad no os frene en vuestra afición.

10 consejos para correr seguro de noche

Correr por ciudad suele ser seguro, ya que hay multitud de farolas que iluminan nuestro recorrido, pero cuando nuestro circuito se aleja de la luminosa humanidad, hay que tener mucho cuidado para no acabar en el suelo lesionado.

1) Trata de correr siempre con alguna prenda reflectante. A veces, es tan importante poder ver al otro como ser vistos. Usar colores vivos con detalles reflectantes durante las horas de oscuridad nos hará visibles ante coches, bicicletas u otros corredores.

2) Si corres por el lateral de una carretera poco frecuentada o por lugares donde la circulación de coches es frecuente, es bueno llevar una pequeña luz portátil, como la que portan las bicicletas.

3) Tanto si estás corriendo como si has terminado y vuelves a casa andando, usa en todo momento los caminos y no se te ocurra cruzar una carretera si no es por un paso habilitado para ello.

4) Si tu circuito es una carretera, siempre has de correr por el carril contrario, de forma que los coches que circulen por ella vengan hacia ti (así podrás verlos y ser visto).

5) Antes de cruzar una calle o una carretera, intenta contactar visualmente con el conductor.

6) Si es posible, no corras nunca solo. Busca amigos para entrenar.

7) Si usas gorro, intenta que no te cubra del todo las orejas. Así podrás percibir mucho mejor los sonidos a tu alrededor.

8) Manténte alerta. Cuanto más despistado estés, más vulnerable te volverás.

9) Cuando corras por lugares solitarios, si puedes, corre con el teléfono móvil encima. En caso de caída y lesión podrás pedir ayuda sin problemas.

10) Es bueno que entrenes con alguna identificación que especifique tu nombre, número de teléfono y grupo sanguíneo, por ejemplo, en la lengüeta de tu zapatilla. Recuerda que estas pequeñas precauciones deberían tenerse en cuenta en todo momento. Si algo pasara, usa la cabeza, mantén la calma y procede con la máxima cautela.

Vía | http://www.runners.es/entrenamiento/articulo/10-consejos-para-correr-seguro-de-noche

¿Por qué tenemos flato?

cansancio

También llamado dolor abdominal transitorio, hay varias teorías que tratan de explicar su origen.

1. Bajo aporte de oxígeno al diafragma, lo que originaría una fatiga de este músculo. Hay quien recomienda expulsar el aire con la boca semicerrada con fuerza y realizar respiración más abdominal cuando comienzan las  molestias, para reducir la fatiga diafragmática.

2. Rigidez abdominal muscular, que puede desembocar en calambres y se compensaría con estiramientos como inclinaciones laterales.

3. Ingesta pre ejercicio. Es la causa más admitida entre los investigadores, por eso evitar comer  y sobre todo beber mucha agua y bebidas con alta concentración de carbohidratos en las dos horas previas al entrenamiento puede evitarlo.

4. Repetida movilidad del torso. Las oscilaciones excesivas al correr pueden irritar los ligamentos subdiafragmáticos que sujetan las vísceras.

5. Irritaciones del peritoneo, la membrana que contiene al abdomen, por fricciones producidas por movimientos repetidos del torso o por la ingesta de alimentos que distiende el estómago.

6. Sobrecarga diafragmática, que interviene también en la fijación de la posición del tronco además de en la respiración. Durante el ejercicio intenso se puede sobrecargar.

Además hay algunos condicionantes que pueden predisponer al flato:

  • Cifosis dorsal: Correr o montar en bicicleta con la espalda excesivamente arqueada favorece la aparición del dolor.
  • Hipertonía de la musculatura lumbar y flexores de la cadera. Estirar a fondo el psoas ilíaco y el cuadrado lumbar, para disminuir su tono muscular, puede prevenir el flato.
  • A mayor edad más fácil es tener flato.
  • A mayor grado de entrenamiento menor predisposición a sufrirlo.

vía | http://www.sportlife.es/salud/articulo/por-que-tenemos-flato
Fuente: C. Ayán Pérez. “Dolor abdominal transitorio vinculado al ejercicio: causas y soluciones”. RevIsta Andaluza de la Medicina y el Deporte. 2010;3(3):103-109.

10 consejos para ponerse en forma en otoño

En otoño las temperaturas permiten correr a cualquier hora. (Corbis)

Si durante este verano te has puesto el reto y tienes claro que de una vez por todas te vas a poner en forma, y de que no vas a pasar un verano más teniendo que disimular esos michelines, te damos 10 pautas que te ayudarán a conseguirlo. El otoño es la mejor época del año para comenzar a cambiar tu estilo de vida y conseguir ponerte en forma.

1. Elige la hora del día que más te convenga para entrenar

Después de un verano más o menos caluroso, en que las altas temperaturas reducían la posibilidad de practicar ejercicio a las primeras horas de la mañana, ahora en otoño, con un clima más suave, puedes elegir la hora del día en que prefieres entrenar. Intenta que sea una hora en la que vayas a poder entrenar sin interrupciones, se trata de que crees hábito. Si practicas deporte a la misma hora durante 2-3 semanas, habrás creado hábito y ya no fallarás, ¡estarás enganchado!

Cada uno entrena mejor a una hora diferente del día. Encuentra la que más te conviene, así fallarás menos. No hay una hora ideal para practicar deporte; dependerá de tus biorritmos, tu tensión y tus hábitos.

2. Introduce en tu plan ejercicios aeróbicos

En cualquier entrenamiento es básico que se incluya una parte de entrenamiento aeróbico, andar, correr o bicicleta. A ser posible es mejor y más conveniente que los practiques en exteriores. Si tienes una playa cerca, el remo y la natación son las actividades ideales, para quemar calorías y mejorar tus ritmos cardiacos.

3. Apúntate a una actividad dirigida

Si te cuesta mantener la disciplina para realizar una actividad deportiva por tu cuenta, ahora en septiembre comienzan de nuevo las clases y las actividades dirigidas en los gimnasios. Es el momento de engancharse a una, en apenas un par de meses te habrás puesto al día y serás uno más en la actividad que hayas elegido.

4. Contra-programa la televisión

Si te aburren las actividades aeróbicas y no te va lo del gimnasio, te sugiero que te pongas delante de la televisión, ante tu serie favorita, el telediario, o una buena película y te subas a la bicicleta estática. Si te lo propones puedes quemar muchísimas calorías. Si haces por ejemplo bicicleta todos los días, durante 50 minutos mientras ves las tele, al cabo de una semana habrás quemado cerca de 5.000 calorías y, al cabo del mes más de 20.000.

Durante el programa mantén una intensidad suave para que puedas seguirlo y cuando pongan anuncios, en lugar de hacer ‘zapping’, dedícate a imprimir un punto más de velocidad e intensidad al ejercicio.

5. Que el deporte sea parte de tu vida

Probablemente habrás oído cientos de veces que debes incrementar el ejercicio, aunque sea de forma suave: bajarte un par de paradas antes del autobús y caminar, subir o bajar las escaleras de casa o de la oficina. Te damos otras sugerencias que te ayuden a que el deporte y el ejercicio pasen a ser parte de tu vida: si llevas a los niños a entrenar por las tardes o a clases de inglés o de música, oblígate a que en lugar de esperar sin hacer nada, contestando correos electrónicos o leyendo un libro, llévate las zapatillas y sal a correr aunque sea media hora.

6. Crea hábito

Aunque ahora te cueste y algún día que otro se te haga cuesta arriba el pensar en hacer ejercicio, aguanta y sé constante, en apenas tres o cuatro semanas habrás conseguido que el ejercicio se convierta en rutina y pase a ser parte de tu actividad diaria, algo imprescindible en tu vida cotidiana. Márcate un programa de entrenamiento realista y que puedas cumplir.

7. Las 3 C’s: compromiso, constancia y conveniencia

Si eres capaz de cumplir con las 3 ces, y debes serlo, conseguirás ponerte en forma.

Si puedes, entrena en parques o en pistas de arena antes que en asfalto o en carretera

Compromiso: Déjate de historias y de excusas, las tuyas son tan banales como las de los demás: que si no tengo tiempo, que si el trabajo, la familia, etc. Quien quiere puede y quien puede debe, que dice un amigo. Así que busca una hora al día, haz el hueco en tu agenda y resérvalo en tu calendario.

Constancia: Es más importante hacer todos los días quince minutos de ejercicio que una hora una vez a la semana. La clave para mejorar es ser constante y hacer ejercicio todos los días.

Conveniencia: Debes fijar la actividad, la hora y el lugar donde vas a entrenar de la forma más cómoda posible. Todos tenemos multitud de obligaciones, por lo que es básico que el ejercicio sea parte de nuestra rutina diaria de la forma más sencilla y fácil posible.

8. Entrena también en la calle

Como decíamos arriba, aprovecha el buen tiempo para entrenar en la calle, suele ser más variado y divertido que hacerlo en gimnasios. Como anochece antes, si corres o montas en bici debes hacerte con reflectantes y hacerte visible a los coches. Si puedes, entrena en parques o en pistas de arena antes que en asfalto o en carretera.

9. Vístete como una cebolla

En otoño el tiempo es más variable, por eso es conveniente que te hagas con ropa técnica apropiada para cada condición climatológica y que puedas usar varias capas, dependiendo del tiempo. Camiseta, con una sudadera técnica o cortavientos, que podrás quitarte o ponerte según exija el tiempo. Si corres, la mayoría de los días bastará con una camiseta. En cuanto empiezas a rodar entras en calor y puedes hacerlo en camiseta hasta con una temperatura de 6-7 grados. Si baja de ahí, debes usar una segunda capa y si arrecia el viento o llueve, entonces debes ponerte el cortavientos.

Si vas en bici, la sensación de frío aumenta, por lo que debes abrigarte más aunque la temperatura no sea muy baja.

10. Encuentra y mantén la motivación

Cada uno tiene una motivación diferente. Sea cual sea, debes tenerla presente para no abandonar y ser constante sobre todo en los primeros 30 días, mientras creas el hábito y lo haces rutina. Es importante que esa motivación la establezcas antes de empezar y la recuerdes todos los días. Si por ejemplo tu motivación es perder peso, pésate casi a diario, para controlarte y ver los resultados día a día. Si tu motivación es ganar fuerza, apunta en una agenda las repeticiones y los pesos que levantas cada día, podrás ir comprobando la progresión. Si lo que quieres es correr más, haz lo mismo; apunta tus entrenos, verás como irás consiguiendo nuevas metas que te mantendrán motivado.

Vía | http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-09-02/10-consejos-para-ponerse-en-forma-en-otono_184159/#

¿Cómo tratar un esguince?

Son las distensiones de los ligamentos que sujetan el tobillo. Generalmente se suelen producir por un mal apoyo que producen una apertura brusca de la articulación del tobillo.

¿Cómo tratar un esguince?

¿Cómo abordar el esguince?

Lo principal es saber si aparte del esguince hemos tenido algún otro problema tanto articular como de fractura o fisura asociados. Por ello, es recomendable acercarnos al médico para realizarnos una radiografía, ya que en ella se verá si sólo se trata de problema ligamentoso o no.

Grados de esguince:

Pueden variar desde un grado I, distensión de los ligamentos, hasta un grado III en el que los ligamentos se rompen y se requiere intervención quirúrgica en la mayoría de los casos.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

El protocolo más común que se ha llevado a cabo durante mucho tiempo es el RICE, cuyas siglas en inglés significan:

  • R: Rest (Reposo): el pie debe estar en reposo para ayudar a bajar la inflamación y no agudizar el proceso.
  • I: Ice (Frío): aplicar frío local durante las primeras 48 horas, 15 a 20 minutos cada dos horas, sin que el hielo toque directamente la piel.
  • C: Compression (Compresión): Es importante que la zona esté sujeta. Se puede utilizar tanto una tobillera como un vendaje compresivo para que no aumente la inflamación.
  • E: Elevation (Elevación): La pierna afectada deberá estar elevada más arriba que la zona del corazón, para favorecer el retorno sanguíneo.

Posteriormente es recomendable ir al fisioterapeuta. Las diferentes técnicas que puede utilizar son:

- Técnicas manuales (cyriax, Jones, masaje, estiramiento) para relajar la musculatura de alrededor del tobillo, e incluso de la zona de la rodilla, ya que todas estas estructuras se quedan muy tensas.

- Acupuntura: hay todavía muy pocos estudios publicados, y poca evidencia, pero parece ser que esta técnica ayuda en el alivio del dolor y el retorno a la actividad cotidiana.

- Vendaje funcional: el vendaje funcional evita el sobreestiramiento del ligamento o ligamentos afectados hasta el total restablecimiento de los mismos, con lo que también ayuda a la vuelta a la normalidad en menos tiempo.

- Vendaje neuromuscular o kinesiotaping: aún hay muy pocos estudios publicados. El vendaje neuromuscular parece ser que ayuda a la disminución de la inflamación de la zona afectada, y se puede utilizar también como contención del ligamento afectado.

Tras la desaparición del dolor y la inflamación, es muy importante comenzar a realizar los ejercicios propioceptivos para volver a tener el equilibrio restaurado y no reincidir en esguinces de repetición. Y sobre todo, lo más importante es no olvidar el consejo de un profesional, tanto médico como fisioterapeuta.

Gema Lozano

Web: http://fisioterapiaytriatlon.blogspot.com.es/

Foto:human-movement.com

Vía | http://www.triatlonnoticias.com/tri-fisio/3752-como-tratar-un-esguince